Hutchison Whampoa Ltd., la empresa del magnate chino Li Ka-shing, ha llegado a un acuerdo con Telefónica por el que ésta le venderá su filial británica, O2, por un precio de 13.500 millones de euros. La multinacional española se deshace así de su negocio en las islas británicas tras intentar previamente la venta al grupo BT a finales de 2014.
Las acciones de Telefónica llevan algo más de un 3% de ganancia esta mañana en el IBEX 35, y eso parece reflejar la valoración positiva de esta desinversión -la mayor hasta la fecha de Telefónica- que se desglosa en dos pagos: el primero, de 12.200 millones de euros, que se hará efectivo en la fecha de cierre de la transacción, y el segundo, de los 1.300 millones restantes, que se pagará cuando la compañía conjunta en Reino Unido alcance una cifra acordada de cash flow acumulado.
Este acuerdo parece marcar un paso decisivo en la reorganización del negocio de Telefónica, que hace dos años y medio comenzó a realizar movimientos que le permitieran centrar sus operaciones en sus mercados más importantes: España, Brasil, y Alemania. Un apunte: Telefónica compró O2 en 2005 por 17.700 millones de libras (frente a los 10.250 millones por los que la ha vendido), algo más de 26.000 millones de euros al cambio de la época.
Por su parte, la unión de Three y O2 podría llevar a que más operadoras lleguen a acuerdos entre ellas en los próximos meses en Reino Unido, ya que en este país el mercado se divide entre cuatro grandes operadoras móviles y cuatro proveedores de líneas fijas e Internet de banda ancha.
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