Presentado durante el Google I/O 2014 y lanzado oficialmente a mediados del pasado mes de septiembre, Android One llegaba para ser la alternativa estrella en el mercado de los terminales low-cost, sobre todo en mercado emergentes.
Las bases de Android One suponen precios muy buenos, hardware discreto pero que asegure el buen funcionamiento del sistema operativo y soporte oficial de actualizaciones por parte de la propia Google. Algo así como unos Nexus de bajo coste, o más bien, una serie de dispositivos Google Play Edition para mercados emergentes.
Sin embargo, y a pesar de lo atractiva que supone la oferta de Android One, la respuesta del mercado indio no ha sido excesivamente positiva. Esto es fácil de afirmar si contamos que en septiembre se vendieron 250.000 unidades de dispositivos Android One, y en octubre sólo 200.000 unidades, algo que contrasta sobremanera con los ocho millones de smartphones vendidos en la India en octubre.
La cuota de mercado de Android One ha sido, con estas cifras, de sólo el 2.5% en su mercado de estreno, bastante alejado de las pretensiones de Google y sirviendo como indicador claro de que, al menos para los indios, hay opciones mejores en un rango de precios que continúe siendo adecuado.
Estamos seguros de que Android One es un programa que tiene mucho sentido, y que seguramente muchos usuarios acogerían con buenos ojos incluso en nuestros mercados, no sólo en países emergentes.
Sin embargo, da la sensación de que estos terminales básicos con soporte de Google que se quedarán confinados en los bolsillos de los usuarios menos exigentes, cosas de la feroz competencia que existe entre la gama económica de la plataforma Android.
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