No ha pasado ni 20 minutos desde que comenzó el evento de Windows 10 en San Francisco y Microsoft ya nos está sorprendiendo con anuncios inesperados. En particular, han querido dar un golpe sobre la mesa al prometer que la actualización a Windows 10 será complemente gratuita, no sólo para los usuarios de Windows 8.1, en cuyo caso resultaba esperable, sino que también para los usuarios de Windows 7.
Se entrega una licencia permanente a los que aprovechen esta oferta temporal durante el primer año de Windows 10
Según Terry Myerson de Microsoft, detrás de esta movida está la idea de que Windows funcione más bien como un servicio, y no sólo como un sistema operativo, buscando así que todos los usuarios tengan siempre la versión más actualizada de este (como ocurre en Office 365). Aunque claro, eso no significa que Windows se vaya a convertir en un servicio por suscripción, todavía.
Otra ventaja de esta jugada de Microsoft es que, al lograr que la mayoría de los usuarios utilicen la última versión de Windows, se le facilita también la vida a los desarrolladores, quienes idealmente tendrán que tener sólo a Windows 10 en mente cuando creen aplicaciones para el ecosistema de Microsoft.
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