La CBS ya ha comenzado el casting para elegir a la actriz que dará vida a uno de los personajes más misteriosos de todas las series de televisión: la mujer de Ted Mosby (Como conocí a vuestra madre). Y según informaciones de la cadena, no está siendo nada fácil.
Es el gran dilema actual de esta serie, ¿quién es la persona perfecta para encarnar este ansiado personaje? Por un lado, surgió la idea de escoger a una actriz reconocida, principalmente del mundo de cine, pero… ¿creéis que Jennifer Aniston o Scarlett Johanson, por poner como ejemplos, quedarían reales?, es decir, ¿veis a estas actrices enamorándose de Ted Mosby y casándose con él?
Quizá es una forma de atraer a más público y poner en la pantalla a una persona reconocida, pero no creo que quedara realista este tipo de actrices.
Pero los creadores de la serie parece que han pensado de la misma forma y se han decantado por una actriz desconocida, según ellos, para que cuando por fin veamos a la madre, sea como si viéramos a esa persona como la primera vez, cosa que con una actriz consagrada sería algo imposible.
Pero… ¿y si no la muestran? Quizá sería la forma más original de terminar con la serie. Imaginad, que en el último capítulo, cuando vamos a descubrir al personaje, Ted decide no hacerlo, porque lo bueno ya se ha contado. Creo que sería el mejor final que le podrían dar a esta serie, algo original, es llevar años buscando a una persona que nunca la conoceremos. Además, se quedaría abierto a nuevos capítulos en un futuro.
Lo malo, que defraudaría a mucha gente, al estilo “Los Serrano”. Ver una serie durante casi diez temporadas, buscando a la madre, y terminar sin verla, es un fraude al espectador, por ello, la veremos, aunque no sepamos cuando.
Pero los creadores ya han pensando, una vez conozcamos a la madre, el ahora qué. Y es que se están planteando crear un spin-off de la serie, con nuevo nombre, pero manteniendo a la mayoría de los personajes.
Veremos cómo se desenvuelven en las próximas temporadas, aunque es lo malo de una serie con un final tan claro… que aunque quieras estirar mucho el chicle, llegará un momento en el que lo tengas que cortar.
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