Llega el segundo episodio del culebrón Falcon Pro, que promete dar de qué hablar en lo que concierne a las condiciones da Twitter para usar su API. Como ya vimos hace unos días, Twitter ya no permite nuevos usuarios de Falcon Pro porque han alcanzado los 100.000 tokens, todos los que Twitter permitía a esta aplicación.
El problema viene cuando solamente se ha vendido esta aplicación 40.000 veces, con otras 60.000 versiones que no han pagado, ya sea siguiendo con la beta, con una versión pirateada o usando dos cuentas de Twitter. Joaquim Vergés, el desarrollador, no tiene ninguna posibilidad de quitar los tokens automáticamente, con lo que no puede más que tener la suerte de que paguen la aplicación o que quien no lo use borre su token, algo un poco lioso para los usuarioa menos experimentados.
Con este panorama, Joaquim ha decidido protestar a su manera, y no solamente con una petición online, sino de una forma más llamativa. Ahora mismo, quien quiera comprar la aplicación tendrá que hacer un pago de 100€, siendo una de las aplicaciones más caras de Google Play, y más sorprende cuando es una aplicación que no se puede usar correctamente. Esto es para evitar nuevos registros y tener la posibilidad de seguir actualizando la aplicación a quienes ya la tuviesen.
De hecho, en la propia página de la aplicación se pide expresamente que nadie pague por ella, pues así quiere llamar la atención de una situación claramente injusta, ya que Twitter no ofrece de momento ninguna solución a este problema, ni siquiera ha respondido a los correos de Joaquim.
Ahora es el turno de Twitter de actuar para que, al menos, ofrezca una forma de solucionar este problema, ya sea ofreciendo más tokens o poniendo medidas de control para que quien piratee la aplicación no la pueda usar. Podría ser un caso de morir de éxito, pero no lo es tanto con tanta proporción de personas que no han pagado, lo que impiden disfrutar a quienes hubiesen decidido aportar a este desarrollador.
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