La MásMóvil de ahora no tiene nada que ver con la de hace dos o tres años. El ya no virtual nació de la nada, sin un gran grupo de inversores detrás, y tras años en los que su negocio seguía siendo pequeño, no estando entre los virtuales más grandes del país, la fusión con Ibercom le dio alas. Primero llegaron pequeñas compras, como The Phone House Móvil o Embou, y en 2016 llegó el verdadero salto.
29,7 millones de euros fijos pagados en efectivo más hasta otros 12 millones de euros en variables ha pagado MásMóvil a More Minutes para quedarse con su OMV LlamaYa. El virtual en cuestión centra su oferta en las llamadas internacionales, al igual que lo hace Lebara o LycaMobile, y cuenta en la actualidad con 170.000 clientes que generaron 22,5 millones de euros de ventas brutas en 2016.
MásMóvil buscaba un OMV étnico
Desde MásMóvil ya habían declarado en alguna ocasión su intención de hacerse con un OMV étnico, por lo que la compra de LlamaYa no debería pillar a nadie por sorpresa. El grupo ha asegurado que el ingreso medio mensual por cliente del virtual adquirido supera los 10 euros, una cifra alta teniendo en cuenta que todos los usuarios tienen la modalidad de tarjeta.
Además de sumar los clientes e ingresos actuales, MásMóvil buscará rentabilizar su última compra con el ahorro de costes que supone integrarla dentro de su grupo. También buscarán ingresos adicionales vendiéndoles a los clientes de LlamaYa conexiones fijas. Como resultado de la adquisición de este virtual MásMóvil ya suma 4,7 millones de clientes de móvil entre su propia marca, Yoigo, Pepephone y LlamaYa.
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