A pesar de que los virtuales suman todos los meses unos cuantos miles de líneas móviles mediante portabilidad, aunque últimamente cada vez son menos, lo cierto es que nos le va igual de bien a todos. Podríamos perfectamente dividir a éstos en tres grupos: los que ganan más de mil líneas al mes, los que están en la franja de las ganancias más bajas y los que finalmente incluso pierden líneas.
El ritmo de crecimiento de Simyo se ha acelerado en los últimos tiempos. Poco más de un año ha necesitado el operador para captar 200.000 líneas, las que le separan del medio millón con las que contaba en noviembre de 2014. Pero es que es además estas cifras demuestran una clara mejoría en el operador, que en casi dos años (de que Orange la comprase en diciembre de 2012 a finales de 2014) creció en 120.000 líneas.
Tarifas configurables, la clave
La clave para ese fuerte crecimiento está muy clara: las tarifas configurables. Al igual que otros virtuales, Simyo permite mezclar bonos de voz y datos a gusto del consumidor, pudiéndolos cambiar en cualquier momento. Hasta 120 combinaciones hacen que Simyo cuente con tarifas para todos los gustos, al menos entre los que menos consumen.
Quizás ese sea su punto débil, ya que no cuenta con una opción que permita contar con llamadas ilimitadas, aunque entendemos que en su estrategia de grupo Orange ya cuenta con Amena para quienes quieran acceder a esas opciones. Ahora, veremos si Simyo llega a tocar techo, porque con tantas líneas móviles metiéndose en packs convergentes corren el riesgo de quedarse con un nicho muy pequeño.
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